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MÁS ALLÁ DE LA MÚSICA (VII)

SÉPTIMA SESIÓN

06/04/2022


Una de las claves para seguir mejorando nuestro producto como artistas y como grupo es la crítica, tanto la que nos llega de gente externa, como la autocrítica que nosotros establecemos sobre nuestro trabajo. Detectar aquellas cosas que nos gustan y nos hacen crecer es fundamental para mantenerlas y sacar el máximo provecho. Darnos cuenta de aquellos errores o elementos a mejorar es fundamental para adoptar nuevos y mejores hábitos. Nuestro camino no es fácil: no todas las bocas hablan constructivamente, ni siempre es fácil asumir que no estás haciendo bien algo a lo que dedicas tantas horas al día.


Entre otras muchas cosas, el público nos ofrece a los artistas un feedback único, una perspectiva de nuestro trabajo que solo él nos puede dar, sepa lo que sepa o tenga la edad que tenga. Nuestra música está dirigida a un público universal, y toda opinión fundamentada es relevante en nuestro camino. En el último concierto que ofrecimos en Palma, en el Teatre Sans, tuvimos la suerte de contar entre los asistentes con el crítico cultural Fernando Merino, quien dejó en su blog El Cuaderno de Pedropan una crítica sobre nuestra actuación del pasado 18 de marzo, a la que podéis acceder a continuación.



Para nosotros, estas palabras son de gran valor y, además de animarnos a continuar con nuestro proyecto y hacernos sentir que todo nuestro incansable trabajo vale la pena, nos sirven para analizar y mejorar nuestra evolución.


Esa noche en el céntrico Teatre Sans también contamos con la asistencia de nuestro amigo Carles Expósito, fisioterapeuta y director de escena, que por fin presenciaba una de nuestras actuaciones después de las sesiones de trabajo en grupo que hemos realizado durante este curso. Sus palabras fueron especialmente relevantes para nosotros: él ha estado guiando y observando nuestra evolución en cuanto a cohesión grupal, puesta en escena y salud corporal desde el pasado mes de octubre.


Según su opinión, nuestra comunicación grupal es ahora totalmente diferente, la puesta en escena mucho mejor y estamos empezando a romper barreras con el público, acercándonos con gestos, miradas y palabras. Sin embargo, todavía quedan muchas cosas por trabajar en nuestra lucha por alcanzar el nivel artístico más alto posible de Lítore Quartet.


Con el objetivo de seguir trabajando la comunicación grupal y la cohesión del cuarteto, en la última sesión dimos un paso más allá en los ejercicios de roles de dominancia, en los que dirigíamos el movimiento de nuestra pareja con los dedos, como se puede ver en la siguiente imagen.



A través de diferentes combinaciones, añadiendo ejercicios en los que debíamos pensar en determinadas melodías, Carles nos guió en esta sesión de trabajo sin instrumento. La conciencia corporal y mental en el trabajo, unida a la perseverancia, es la clave para mejorar y avanzar hacia un objetivo común: encajar las 4 piezas que cada uno de nosotros constituye para formar una figura definida, cohesionada y decidida a caminar en la misma dirección.


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